La Violentologia propone, sugiere, insinua, mediante un lenguaje metafórico, no "una" respuesta; sino un saber interrogarse. Un acompañar en y a quien pregunta por la Violencia. Esta conversación respetuosa, diríamos amorosa, es el primer paso para re-conocer el "lugar" de la Violencia. Decimos que no "es" ni "está". Ni dentro ni fuera. No hay sujeto violento. Tampoco hay sociedad violenta. Tal vez se trata de la fusión de un gerundio ("siendo") y de una preposición ("entre"). La Violencia no es en sí misma, ni está en el tiempo/espacio. Sino que va siendo entre alter/ego cuando deja de haber una cultura de convivencia comunicativa.
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